Los días lluviosos ,a pesar de ser grises, son muy atractivos desde el punto de vista fotográfico.No son aburridos para una fotógrafa, pues la ciudad muestra vivos colores y contrastes.Además de ofrecer atractivos reflejos que despiertan la creatividad y las ganas de colgarse la cámara al cuello para recoger una colección de momentos como éstos de una lluviosa mañana en Bilbao (aprovechando la ocasión para visitar Museo Guggenheim).
